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Por qué ser visible es, hoy, la prioridad de tu negocio

El mundo de los negocios hoy, en el siglo XXI, no se trata de vender. Tampoco se trata del producto que tienes, de sus características o de su precio. Y tampoco se trata de en qué industria te desempeñes o de si tu negocio está dentro o fuera de internet (o es un híbrido). La clave del éxito radica en ser el más visible. Luego, solo después, todo lo demás cobra importancia.

Una de las características de los negocios que más me gusta, especialmente cuando trabajas en internet, es la dinámica del cambio. Seguramente vamos a coincidir es que, a veces, también es algo incómodo porque, como dice la popular frase, “cuando por fin teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas”. Sí, cuando terminamos el rompecabezas, se refunde nos una pieza.

Entonces, toca adaptarse, encontrar nuevos caminos, nuevas estrategias, nuevos objetivos. Sin embargo, más allá de esas molestias, te digo que me gusta esa dinámica del cambio en primer lugar porque es fuente permanente de aprendizaje valioso y, además, porque impide que entre en la zona de confort. Ese, aunque no lo creas, es un riesgo latente inclusive para los experimentados.

Cuando tú le preguntas a mi buen amigo Mr. Google sobre, por ejemplo, un restaurante de comida japonesa cerca de tu casa o acerca de un taller al que puedas llevar tu auto para una revisión, lo más probable es que elijas una de las opciones más visibles. De hecho, lo usual es que una persona no consulte más de dos o tres, a lo sumo cinco, opciones. El resto las descarta, ni siquiera las ve.

La premisa fundamental del juego de los negocios hoy, en especial si eres un emprendedor novato que apenas se muestra al mercado, es ser visible. Puedes tener el mejor producto o el mejor servicio al precio más competitivo, pero si el mercado no te ve, ¡no vas a vender!

Esa, sin duda, es la estrategia más poderosa y efectiva para conseguir visibilidad y, luego, un posicionamiento: el marketing de contenidos. Hoy, la ventaja es que contamos con herramientas increíbles que nos facilitan el trabajo y que, sobre todo, nos dan la posibilidad de estar en todas partes, de acompañar 24/7/365 a nuestros clientes en su celular, en su reloj inteligente.

Puedes elegir entre contenido escrito (blog, e-books, revista digital), oral (pódcast) o gráfico (video y otros recursos como infografías). El que más te acomode, aquel en el que te sientas más natural, el que te permita transmitir tu mensaje con mayor autenticidad y originalidad. Y, además, están los canales, que también son variados y que, no sobra decirlo, son muchos más que las redes sociales.

Lo importante, lo he mencionado en repetidas ocasiones, no es el formato, ni el canal que elijas. Lo que más importa es que el contenido que compartas sea de valor para el mercado, que brinde la solución efectiva a las personas que te prestan atención. Por supuesto, después es necesario asegurarte de que tu mensaje se transmite a las personas correctas a través del canal adecuado.